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FOBIA A LAS JERINGAS, Un secreto que se abre

Andrea, una mujer de 30 años, profesional, casada hacía 3 años, no quería embarazarse porque era “invadida por el pánico ante la presencia de una jeringa” – ¡fobia total a las jeringas y su madre es dentista!- Hasta ese momento había soportado escasos pinchazos bajo los efectos de tranquilizantes.


Sus padres se divorciaron tras una pésima y ácida relación a la que ella le atribuye sus problemas estomacales y colon irritable.

Me pregunté: ¿qué secreto tendrá la dentista? Ella, la madre, viene de una familia de mujeres: la abuela viuda con cuatro hijas, a las que se suma una niña mayor que ellas, criada por esta abuela.

Le pedí que hiciera un pene, rellenando un condón con carne y lo pusiera junto a una jeringa que contuviera jugo de limón encima de su velador, cerca de su cabeza. Al día siguiente, tenía que destrozarlos y pisotearlos con toda su fuerza. Después de enterrar los restos y plantar, debía poner miel sobre su velador y durante 5 noches compartirla con su marido.

Finalmente, realizar el embarazo metafórico: durante 9 días por una hora, pasear del brazo de su marido con una falsa pancita y posteriormente hacer con su falsa panza algo bello.


Este es su relato a la semana siguiente:


El sábado en la noche realice el acto Psicomágico que me indicaste… La noche fue media extraña…no dormí bien…cada vez que me movía me despertaba y miraba la carne y la jeringa…sentía miedo…además la jeringa me daba la sensación de algo muy agresivo yo pensaba que a veces me duermo con cuchillos en el velador y nunca pienso nada…pero con la jeringa lo igualo a una pistola… para que me entiendas.


En la mañana seguí con el acto y me sentí dichosa de haberlo hecho…y mi marido me felicitó y fue una sensación aun mejor…Me dijiste que había un secreto en la familia, indague hasta llegar a uno que me dolió mucho pero que en el fondo lo sabia…descubrí que la persona que se crió desde los 10 años con mi abuela y mis tías se metió con mi papá cuando yo tenía como 4 años…en el fondo lo sabia pero nunca lo había preguntado directamente…lo pase muy mal hasta el viernes pero el sábado era la misa de mi abuela por lo que fui y estaban todos…rabia y pena es por lo que paso, pero cada vez menos… me sirvió para entender muchas cosas que aun me las estoy cuestionando.


Tres meses después, a pesar de sus resistencias, realizó el embarazo metafórico:


Lo hice!!!!!!!! Y fue extraño, al principio me costó más, pero esto me ha servido para pensar mucho…creo que ya estoy un poco mejor con el tema de tener hijos…ahora me lo planteo como algo que se viene venir y sueño más con mi hijo que con el proceso del embarazo. Con respecto a mi pareja todo bien, el fue muy cariñoso y me apoya en todo lo que necesito… Hoy me voy a la playa y pretendo allá hacer un cojín…mi idea es hacer algo bordado y con mostacilla…me va a quedar muy lindo.


Dos meses después me escribe:


Te cuento que mañana me tengo que ir a pinchar para hacerme un examen y me estoy empezando a poner nerviosa…porfa si sabes algo que pueda hacer me avisas…no quiero caer de nuevo en el ravotril… Un abrazo…y gracias por todo.


Bueno, mañana es el encuentro con tu nueva realidad, déjala venir, incluyendo tus nervios. Ya has dejado de ser una niña que “no sabía lo que ocurría a su alrededor”: ahora puedes soportar los pinchazos! Además van a sacar un poco de tu sangre, entrégala con gusto: ya no tiene secretos. Si te hace sentir bien, también puedes pisotear otra jeringa antes de ir a tu examen.


Ha pasado un año, Andrea superó su pánico y pronto será madre.


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