He escuchado decir que por fin se acaba el 2016, año del mono, que ha sido tremendo, que ahora viene el año del gallo y ponemos entonces ahí la esperanza de que el gallo que anuncia el amanecer, será mejor. Todos los agoreros hacen sus predicciones: primero un resumen de lo que ha sido y pronto lo que vendrá según la visión china, que se ha puesto tan de moda. Y, cómo nos gusta ese formateo predictivo que hacemos calzar con los hecho violentos que vienen ocurriendo en el mundo, el terror en Europa, los inmigrantes, Siria, los accidentes de aviones, los huracanes y los tsunamis, la política, la corrupción; localizamos esos hechos en un año mono y dejamos de ver el discurso del tiempo largo que ha ido generando hechos y circunstancias sociales que vienen ocurriendo desde hace mucho antes del perro, el gallo, el dragón, o cualquiera sea el formato predictivo que queramos aplicar y que al cerebro le acomoda calzar como Destino.
Realizar un destino es lo que necesitamos hacer durante nuestra existencia. Realizar un destino quiere decir encontrarse con uno, descubrirse y expresar lo que somos en esencia. “El que nace chicharra muere cantando” reza un antiguo refrán chileno. El Tao dice “Es lo que es”. Y ¿Qué pasa cuando la chicharra no ha escuchado su voz? ¿O no sabe que canta? Bueno, necesitaremos que nos digan lo que somos o lo que creen que somos, así nos meten en tiempos cortos de definiciones y generalidades. Pero, cuando la chicharra encuentre su voz dirá: ¡Soy una chicharra! ¡Puedo cantar! Soy una mujer, Soy un hombre, Soy humano, Soy un ser. ¡Soy una chicharra Y canto!
Encontrar el destino es encontrarse a Si mismo, como ocurre en el Arcano XVIIII, el Sol del Tarot, que nos muestra el encuentro de dos niños que comenzarán una nueva construcción iluminados por la luz solar, es decir conscientes. Hay un antes y un después de la consciencia y para el año 2017 deseo para mí y para todos, que aparezca la voz de la conciencia cada vez más fuerte, para seguir evolucionando en nuestro humano-espíritu en nuestro esencial derecho de Ser, en este planeta. La voz de la conciencia está iniciando un cambio muy fuerte en el mundo y la masa anónima, esa que no tiene voz mediática, es grande. Yo escucho ahí un canto por la Paz: queremos cuidar esta casa que es nuestro planeta, hacemos vínculos amorosos conscientes, sentimos placer de estar vivos, respeto por la vida, agradecimiento por estar. Estar en transformación, para que en medio del peligro y la furia del momento, vamos encontrando nuestra voz esencial, así iremos recuperando la voz del planeta acallada por un sistema loco que consume la vida.
Cuando muchas voces canten, el planeta vibrará en resonancia con todo el universo por la paz, la cordura, la belleza, el Amor.
Feliz apertura del 2017!!
Gabriela Rodríguez
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